Nadie está en contra que la población practique el deporte, pues esto ayuda a muchos factores en la salud, pero “abusar” de un espacio y realizar prácticas deportivas hasta en horas de la madrugada, ya les está pasando factura a los vecinos de las calles Huánuco con 28 de Julio, quienes denuncian constantes ruidos que les impide dormir.
“Juegan sin el menor reparo de lo que pueden ocasionar a otras personas, este es un episodio nocturno que se repite innumerables veces en la plaza denominada Divino Niño Jesús, ubicada entre las calles Huánuco y 28 de Julio del distrito de Punchana: tener el cuerpo extasiado después de horas de trabajo y no poder cerrar los ojos por los gritos exorbitados, insultos, ruidos de pelotazos que traspasan las paredes que se parece a una tortura china”, expresan los vecinos.
Son las 12 de la noche una hora en que se supone se debe descansar para recuperar las fuerzas y prepararse para el día siguiente en que te espera la misma exigencia, pero esto al parecer no es entendido por los “deportistas”.
“En realidad, hacer ejercicios, jugar un partido de fulbito, percibir los altos sonidos cargados de frases exclamativas de grueso calibre o de festejo parece normal una tarde donde hay espacio para jugar un partido, y congrega a muchos que acuden a mirar los encuentros como una sana diversión. Se puede practicar en la mañana, tarde o a tempranas horas de la noche, interfiere de algún modo pero sin afectar en forma drástica la vida privada de los vecinos que viven alrededor de una cancha de fulbito. Pero tiene un límite temporal. No puede estar abierto a todas las horas”.
Las losas deportivas son administradas por los municipios que se encargan de ponerlos en condiciones para servir a la población que hace uso de ellas, se entiende sin afectar la vida cotidiana de los que viven en el entorno. Por tanto no son espacios liberados donde se puede hacer lo que se quiere sin importar la tranquilidad de la población que vive al entorno.
“Al principio, en el reinaugurado centro deportivo punchanino, las luces que permite se juegue de noche eran controladas en forma irregular por el Serenazgo del municipio -un noche sí otra no- hasta que por un reclamo ingresado por mesa de partes de dicha comuna y con una oficiosa intervención de OEFA, se logró comprometer a que estos focos luminosos se apaguen a las 10:30 de la noche de domingo a viernes y a las 11 los sábados. Hoy simplemente nadie controla el prendido de las luces. Las bases donde se asentaba el candado fueron deliberadamente destruidas y así desapareció el débil control existente. Por extensión desapareció también la Alcaldía como institución, el alcalde como dirigente público, y los funcionarios como ejecutivos. Las luces amanecen prendidas se juegue o no –incrementando el costo municipal como si sobrara la plata– dejando a los vecinos sin poder evitar pasar por un sinnúmero de molestias por la incapacidad de ejercer un mínimo control de una losa ubicada a escasa distancia de las sedes administrativas municipales y por unas personas poco conscientes a quienes no les importa la tranquilidad del otro, salvo el suyo propio”.
Esperan poder tener una solución y que sus noches vuelvan a ser las mismas de antes, tranquilas. (MIPR)